viernes, 31 de julio de 2009

reportaje al comandante del bim 2 alfredo weinstabl

ENTREVISTA DE LA GACETA MALVINENSE AL CAPITÁN DE NAVÍO DE I.M. (R) ALFREDO RAÚL WEINSTABL QUIEN FUERA EL JEFE DE OPERACIONES DURANTE EL PLANEAMIENTO DE LA OPERACIÓN “ROSARIO” Y POSTERIORMENTE EL COMANDANTE DEL BATALLÓN DE I.M. Nº 2, NÚCLEO DE LA FUERZA DE DESEMBARCO QUE RECONQUISTÓ LAS ISLAS MALVINAS EL DÍA 2 DE ABRIL DE 1982 .

LGM: Cuando se enteró de la decisión de reconquistar las Islas Malvinas y que su Batallón sería el núcleo de la Fuerza de Desembarco?

W: Fue en la última semana del mes de enero de 1982. En esos días fui citado por el Comandante de la Infantería de Marina quien me impuso de la decisión del gobierno de reconquistar las Islas Malvinas en virtud de las malas perspectivas en el desarrollo de las negociaciones en el campo diplomático sobre el tema.
En esa ocasión también me informó que había tomado la decisión que mi Batallón sería el núcleo de la Fuerza de Desembarco. Asimismo me ordenó que a partir de ese momento me debería constituir en el Jefe de Operaciones para esa operación y que debía comenzar de inmediato con el estudio y planeamiento al respecto.

LGM: Había muchas personas que estaban al tanto del tema?

W: No, sin temor a equivocarme creo que debo haber sido el segundo Jefe en tomar conocimiento de la decisión de efectuar esta operación. El primero fue el CFIM Guillermo BOTTO que a la sazón se desempeñaba como Jefe de Inteligencia del Comando de la Infantería de Marina.

LGM: Como reaccionó ante esta orden?

W: En primera instancia quedé perplejo y totalmente sorprendido. No me lo imaginaba ni por asomo. Tanto es así que cuando fui citado al despacho del Almirante en el trayecto desde mi Unidad hasta el Comando fui muy preocupado y me preguntaba mentalmente cual podía ser el motivo de este llamado ya que no se había realizado a través del Comando de Brigada que es la vía normal.

LGM: Cuales fueron sus actividades los días posteriores?

W: Me avoqué al estudio de la información disponible conjuntamente con el Capitán BOTTO y comencé a bosquejar los lineamientos esquemáticos básicos de los probables cursos de acción. Con el correr de los días y a medida que el cúmulo del trabajo aumentaba; previa autorización del Almirante; incorporé al equipo de planeamiento al Segundo Comandante, de mi Batallón, el CCIM Hugo SANTILLÁN y a mi Jefe de Operaciones, el CCIM Néstor CARBALLIDO.
El tema seguía siendo totalmente secreto . Nadie se imaginaba ni sospechaba lo que se estaba planeando. La Infantería de Marina aún se encontraba en el receso normal de fin de año.

LGM: Pensó que su Batallón; en base a su equipamiento y adiestramiento; estaba en condiciones de realizar esta operación?

W: Esa es realmente una excelente pregunta.
Durante bastante tiempo estuve muy preocupado, pensando y cavilando seriamente sobre lo que Ud. dice.
Como dije ante su pregunta anterior aún estábamos en el período de receso que en la Armada abarca aproximadamente tres meses, desde mediados de diciembre hasta mediados de marzo del año siguiente. Es el período en donde se efectúan los traslados generales y se toman las licencias anuales y el personal en las Unidades se dedica a básicamente a tareas de conservación y mantenimiento del equipo y de las instalaciones.
De hecho aún no se había efectivizado el traslado del Comandante de Brigada que era mi Comandante Superior.
Volviendo a su pregunta, yo como Comandante; como por otro lado todo jefe; era directamente responsable de lo que iba a ejecutar mi Batallón y lo que podía pasar a mis hombres.
Bajo ningún punto de vista podía embarcarlos en una operación para la cual no estaban equipados o adiestrados en forma adecuada.
El tema me preocupaba sobremanera y lo analicé reiteradas veces. Pero prontamente llegué a la conclusión que si forzábamos el adiestramiento un poco y focalizábamos el mismo exclusivamente en lo que íbamos a realizar no habría mayores problemas.

LGM: Explique que lo hizo llegar a esa conclusión.

W: Como Ud. sabe la característica de las Infanterías de Marina de todo el mundo es su alto grado de alistamiento. Nuestra I.M. también tiene un alto grado de alistamiento…pero con las limitaciones de nuestra idiosincrasia, nuestra burocracia y al hecho de haber estado por un tiempo muy prolongado en un estado de ausencia de guerra.
No obstante todas las unidades de I.M. tienen el equipo y el uniforme para operar en zona fría y un número determinado de días de abastecimientos en sus pañoles para operar sin mayor dilación ante una orden repentina o sorpresiva.
Por otra parte la casi totalidad de los cuadros han revistado en algún momento de su carrera en la zona austral, que como Ud. debe saber son unidades específicamente equipadas y adiestradas para operar en zona fría, monte austral y baja montaña.
Con respecto a la tropa, en la Armada ya hace muchísimos años se incorporaba a los conscriptos cada dos meses. Es decir cinco incorporaciones de tandas de conscriptos al año.
En las unidades de I.M. y en los buques había siempre cuatro tandas adiestradas (veteranas) y una recientemente incorporada. Esta última tanda se incorporaba a las unidades después de pasar un período de tres meses por un Centro de Formación (CIFIM) en donde se los adiestraba en los aspectos básicos de la vida militar y en donde se cumplía las condiciones de tiro.
Es decir cuando esta tanda llegaba a la unidad de destino definitivo el conscripto ya venía con una formación militar básica y se lo incorporaba en las subunidades y fracciones mezclados con las tandas más veteranas.
Este sistema que acabo de explicar permite de por si un alto grado de alistamiento, en comparación de la incorporación anual masiva que se hacía antiguamente en la ARMADA.
El personal de cuadros; tanto de oficiales como de suboficiales; que me tocó en suerte para ese año eran en general de una capacitación profesional muy por sobre lo normal, como si yo los hubiera podido elegir personalmente. Muchos de ellos veteranos en la unidad y la gran mayoría con muchos años de destino en el sur.
Pero el hecho que definitivamente me convenció fue que el grueso del Batallón participó el año anterior en el marco de las operaciones UNITAS conjuntamente con infantes de marina norteamericanos en maniobras, ejercitaciones y en un operativo anfibio (asalto anfibio) similar al que se estaba planificando.
Para tener una idea de lo que esto representa, el Batallón en esa ejercitación con los Marines americanos consumió prácticamente el triple de la asignación anual de munición de las diferentes armas. De más está decir que la munición fue proporcionada por estos últimos.
Para contestar en forma sucinta su pregunta mi Batallón tenía un alto grado de adiestramiento para esa época del año.

LGM: No obstante Ud. no tuvo la oportunidad de adiestrar y conducir personalmente a su unidad.

W: Es cierto lo que Ud. afirma, pero estimando que la fecha prevista no iba a ser antes del 15 de mayo consideré que tenía tiempo suficiente para ello si lo hacía específicamente para la operación que estábamos planeando dejando de lado el adiestramiento de las demás operaciones tácticas en que normalmente se adiestra una unidad en el transcurso del año.

LGM: Pudo llevarlo a cabo?

W: Si, pero déjeme que le explique. Mientras yo me dedicaba al planeamiento de la operación Malvinas conjuntamente con un Estado Mayor específico que se había conformado, paralelamente ordené a mi Batallón y a mis Jefes de Compañía el adiestramiento particular y preciso que debían realizar. Este adiestramiento fue muy intenso; muy puntual; prácticamente de sol a sol; volcando el centro de gravedad especialmente en las operaciones con los vehículos anfibios.
Todavía nadie sabía de que se trataba y el secreto se mantenía totalmente.
Después de la primera quincena de marzo solicito a mi Comando Superior autorización para realizar el adiestramiento anfibio del Batallón ya en su conjunto y en vista de la operación que se iba a realizar.
El pedido fue autorizado, por lo cual en la última semana de marzo entregué mi cargo de Jefe de Operaciones a otro Jefe del Estado Mayor y me embarqué con toda mi unidad en el buque transporte de tanques, el BDT “CÁNDIDO DE LA SALA” para realizar el adiestramiento anfibio, la práctica de movimiento buque a costa (MBAC) y el ensayo de la maniobra planificada en tierra en proximidades de la Península de VALDÉS en una zona con características muy parecida a la de las islas.


LGM: En que consiste el adiestramiento anfibio y el movimiento buque a costa?

W: Como Ud. se imaginará la vida a bordo es totalmente diferente a la vida de campaña en el terreno. Es acostumbrarse y habituarse a la vida a bordo. Comprende zafarranchos de incendio, de combate, de abandono y otras actividades propias de la vida en un buque.
Incluye refuerzos de guardia en todas las actividades rutinarias de a bordo tales como refuerzos en la cocina, en los puestos de limpieza, en los diferentes sollados del buque y obviamente todo se hace por turnos, la comida, los ejercicios físicos, el baño, etc.
Demás está decir que también lleva implícito el acostumbramiento al movimiento del buque (mal de mar).
En cuanto al MBAC es una de las fases más críticas de una operación anfibia .Comprende el lanzamiento de los vehículos anfibios y las embarcaciones al agua y luego en una muy estricta, ajustada y detallada secuencia adoptar la formación con la cual tienen que abordar la playa en forma muy sincronizada y siguiendo un ordenamiento determinado para poder formar el poder combativo adecuado partiendo prácticamente de un cero inicial. Las embarcaciones de desembarco y los vehículos anfibios son vectoreados por radar hasta embricar en el lugar preciso en la playa de acuerdo a la maniobra en tierra prevista.
Esta fase es sin lugar a dudas la fase más crucial de una operación anfibia.

LGM: Pudo llevar todo a cabo como Ud. lo tenía previsto?

W: Si afortunadamente salió todo tal cual estaba previsto. Practicamos exactamente lo que después se repitió en las islas. Probablemente los informes de inteligencia que poseíamos y este ensayo hizo que luego en la operación real las cosas salieron un poco menos que perfectas.

LGM: Estimo que el éxito de la “OPERACIÓN ROSARIO”se debió sin lugar a dudas a su ajustado planeamiento y a la preparación de todos aquellos que intervinieron en ella.

W: Efectivamente, cumplimos exactamente lo que estaba previsto y planificado y adecuadamente ensayado.

LGM: Como finalizó la “OPERACIÓN ROSARIO”?

W: El desarrollo posterior de la operación es bastante conocido y fue tratado ya en varios artículos y publicaciones. Solo quiero agregar que tuvimos que lamentar una baja; la del CCIM Pedro GIAQUINO que cayó mortalmente herido; al encabezar el asalto a la casa del Gobernador al frente de sus hombres. También tuvimos dos heridos graves; el Tte.de Frag. Diego GARCIA QUIROGA y el Cabo 1º Ernesto URBINA que lo fueron al tratar de auxiliar a su Jefe.
Las tres bajas lo fueron en circunstancias en que pusieron en evidencia un valor que excedía el mero cumplimiento del deber inscribiendo así una nueva página de gloria para nuestra INFANTERÍA DE MARINA y de la ARMADA.